Hace un año con una amiga visitamos el palacio de Kensington a conocer la casa real de los príncipes de Gales (y a ver si nos encontrábamos con Harry, porque ha sido mi amor platónico desde que tengo como 11 años, porque obvio que cuando me viera se iba a enamorar perdidamente de mí, pero me ganaron, claramente, porque nunca lo vi).
Después de un paseo por todo el tour, donde casi me morí con las malditas sombras de las habitaciones y una muestra de vestidos de Lady Di que aparentemente venían todos del Museo de la Moda de Santiago (no es broma, tenemos fotos), llegamos a la salida, AKA: la tienda de regalos.
Ahí encontré mi perdición: Los dos libros de pastelería más hermosos que he visto en mi vida:
Originalmente me iba a comprar uno solo, pero la cajera me mencionó que era una colección de dos libros y luego de casi matarla, fui por el otro, y no me arrepentí.
Como es obvio, quiero hacer todas las recetas de los dos libros (y conociéndome, eventualmente lo haré), pero desde que los traje a Chile lo único que quise fue hacer la tarta de chocolate amargo, porque como todos sabemos, el chocolate es la forma más pura del amor.

Desde que lo vi en la foto me obsesioné con la receta, prácticamente la recitaba y soñaba con ella todas las noches. Todo ese sufrimiento habría sido en vano si no hubiera sido por un detalle: necesitaba un molde 20 tartaleta de 20 cms desmontable.
El comercio chileno no es muy variado en el ámbito de los moldes y pastelería en general y yo quería ese molde en específico porque es una tarta delgada y fina, pero con un sabor fuerte, así que si intentaba calcular los ingredientes para un molde más grande iba a perder toda la gracia, porque es una tarta de chocolate amargo y -con el dolor del corazón- hay que saber medirse.
Además, mírenla, es una belleza, la masa es sumamente delicada y es una receta para un afternoon tea… no iba a matarla horneando una receta gruesa y pesada solo para que cupiera en un molde de 26 cms. y mucho más alto.
Meses después mi sufrimiento acabó cuando lo encontré en el segundo piso del mall chino de Alonso Ovalle... tienen varios modelos que no se encuentran en tiendas, por si quieren darse una vuelta.
Me quedó igual al de la foto del libro (o al menos eso quiero creer), pero la única cámara que tengo en este minuto es la de mi celular, así que sepan perdonar la ordinariez.

Lamento decir que, pese a todos mis reparos, obviamente nos duró la sentada, pero insistiré hasta el final que sigue siendo delicada y hermosa y que deben respetarse los moldes y medidas.
La receta la hice al pie de la letra, y como es bella, exquisita y todo lo bueno que hay en el mundo hecho tarta, la traduje para esparcir el amor en el mundo.
Tarta de chocolate
Receta de Historic Royal Palaces
Para 16 porciones (chicas)
Masa:
- 170 grs. de harina sin polvos de hornear
- 80 grs. de mantequilla sin sal en cubitos y bien fría
- 1 yema de huevo a temperatura ambiente
- 20 grs. de azúcar flor
Relleno:
- 75 grs. de chocolate amargo. mínimo 70% de cacao, de buena calidad
- 75 grs. de azúcar rubia
- 125 ml. de crema espesa
- 15 grs. de cacao amargo de buena calidad, más un poco para espolvorear
- 1/2 cdta. de café espresso en polvo (En Chile Nescafé trae este tipo de café, lo venden en los supermercados más grandes)
- 1 cdta. de esencia de vainilla
- 2 huevos a temperatura ambiente
Cernir la harina en un procesador de alimentos, agregar la mantequilla y mezclarla hasta que se convierta en migas bien finas.
Mezclar la yema de huevo con dos cucharadas de agua y agregar a. procesador junto con la azúcar flor, mezclar brevemente hasta que comience a formarse una masa y pasar la masa a un bowl para unir con las manos. Darle la forma de un disco y envolver en papel mantequilla. Llevar al refrigerador y dejarlo ahí, bien tapado, por 20 minutos.
Pasados los 20 minutos, sacar del refrigerador darle forma con un uslero hasta que tenga 2 ó 3 cms. de grosor. Cubrir el molde de la tartaleta con la masa, pincharla con un tenedor, cubrir suavemente y llevarla al refrigerador otros 20 minutos.
Calentar el horno a 170°C.
Cubrir la masa con papel mantequilla y llenar el molde con porotos (esto se hace para que la masa no suba ni se infle cuando se esté cocinando en el horno),cocinar la masa por 15 minutos, hasta que el centro se sienta seca al tacto, sacar del horno y retirar el papel con los porotos
Bajar la temperatura del horno a 150°C.
Para hacer el relleno, picar el chocolate en pedacitos y derretir a baño maría con cuidado que la olla superior no toque el agua, una vez derretido, retirar y dejar enfriar un poco.
con cuidado, mezclar el azúcar, la crema, el cacao, el espresso, la esencia de vainilla y 25 ml de agua tibia con el chocolate hasta que la mezcla esté suave y sin granitos. Agregar los huevos con movimientos envolventes y agregar la mezcla a la masa lista y hornear por 30 minutos hasta que la mezcla se asiente (cuaje un poco).
Sacar del horno y dejar enfriar un poco. Espolvorear cacao amargo y servir tibio.
Una linda y rica receta para llorar las penas porque nunca me conoció el príncipe Harry.